
Hace 15 años, el 27 de enero de 2010, Steve Jobs se sentó en un sillón, con una sonrisa tranquila y una tableta en las manos que, según él, iba a cambiarlo todo. Ese día nació el iPad. Un dispositivo que prometía situarse entre el iPhone y el MacBook, con la elegancia de lo táctil, la portabilidad de lo ligero y la potencia suficiente para redefinir cómo leemos, vemos contenido, jugamos, creamos y trabajamos.
Y sí, durante un tiempo lo logró. Pero 15 años después, cuando miro hacia atrás, veo un producto que ha evolucionado de forma brillante en hardware, pero que sigue esperando su revolución definitiva en software.
Un dispositivo que se adelantó a su época
Cuando Apple lanzó el primer iPad, muchas voces lo desestimaron como “un iPhone grande”. Pero los que lo probamos, los que vivimos la experiencia desde el día uno, sabíamos que había algo especial. Navegar por Safari, ver películas en ese panel brillante, leer libros sin cansancio visual y, claro, usarlo como cuaderno digital con apps como Notability o Paper. Era un dispositivo para todos, desde el abuelo hasta el niño que dibujaba con los dedos.
Luego llegaron mejoras en pantalla, cámaras, procesadores y, quizás lo más importante: el Apple Pencil. Aquí fue donde muchos vimos el verdadero potencial creativo del iPad. Ilustradores, diseñadores, músicos y editores encontraron una herramienta casi mágica. Con el Pencil, el iPad dejó de ser solo para consumir y se convirtió en una máquina para crear.
iPadOS: un paso necesario, pero insuficiente
Durante años pedimos que el iPad tuviera un sistema operativo más potente. Apple escuchó y lanzó iPadOS, separándolo de iOS. Fue un movimiento importante, pero hasta hoy sigue sin sentirse como un sistema verdaderamente profesional. ¿Por qué no podemos hacer algo tan simple como arrastrar archivos entre aplicaciones con más libertad? ¿Por qué seguimos dependiendo de workflows que en el Mac se resuelven en segundos?
Apple ha hecho avances con Stage Manager, soporte para monitores externos y mejoras en multitarea, pero todo sigue sintiéndose como una versión limitada de lo que podría ser. Y eso, para muchos, es frustrante.
El iPad Pro y la eterna promesa de ser “el nuevo computador”
Yo tengo un iPad Pro. Lo uso a diario. Edito videos, escribo guiones, consumo contenido, leo y hago reuniones. Pero si tengo que hacer algo realmente complejo, aún recurro al Mac. ¿Por qué? Porque el iPad, por más poderoso que sea (y créanme, el chip M2 vuela), sigue atado a limitaciones de software que Apple parece no querer soltar.
El marketing nos lo vende como el reemplazo del computador, pero Apple misma mantiene al Mac más fuerte que nunca. Y eso me genera una pregunta: ¿cuál es el verdadero rol del iPad hoy? ¿Es un híbrido eterno, condenado a vivir en ese espacio intermedio?
A pesar de todo, el iPad sigue siendo uno de los productos más versátiles, confiables y bien diseñados que he usado. Y aunque me encantaría ver una versión más “pro” de iPadOS, con Xcode, Final Cut completo, y una gestión de archivos al nivel del Finder, tengo la esperanza de que Apple todavía tiene cartas bajo la manga.
Quizás los próximos iPads con chip M4, o una fusión más inteligente entre macOS e iPadOS, nos den ese salto que llevamos esperando por años. O tal vez Apple siga fiel a su estrategia de mantener todo separado, priorizando la simplicidad sobre la libertad.
Lo que sí tengo claro es esto: el iPad cambió la industria. Cambió la forma en que interactuamos con la tecnología. Y aunque la promesa de “reemplazar el computador” no se ha cumplido del todo, su legado como pionero del cómputo táctil es indiscutible.
Hoy, 15 años después, celebro al iPad no por lo que pudo ser, sino por todo lo que ha sido. Y sigo soñando con lo que todavía puede llegar a ser.
Mira la línea del tiempo sobre la evolución: https://ipad15años.my.canva.site/
Comments (1)
Juan Fernando Gonzálezsays:
abril 15, 2025 at 11:50 amRealmante es una herramienta indispensable para mi, tomo notas, reuniones, veo series, peliculas, la uso como segunda pantalla de mi mac; en fin es uno de los tantos dispositivos a los que hay agradecerle a Steve Jobs.
Lo que dices que aun no reemplaza del todo a un mac es cierto pero creo que van por eso camino, un poco lento para el gusto de muchos invcluyendome pero hacia allá va el cuento.