Según publicó este viernes el diario The Wall Street Journal. Que citó «fuentes conocedoras de los planes» de la empresa, Apple habría elegido al contratista chino Quanta Computer Inc. para producir el nuevo Mac Pro en una de sus plantas en Shanghái, próxima a otras que ya crean productos para Apple.
La zona elegida no es casualidad, pues en las inmediaciones se fabrican muchos de los pequeños componentes que lleva en sus tripas el dispositivo. Acercando todas las piezas del puzzle se mejoran los tiempos y se recortan los costes logísiticos a partes iguales, por lo que a nivel financiero la jugada tiene todo el sentido del mundo.
La decisión de Apple marca la salida del único producto importante del gigante de la tecnología fabricado en Estados Unidos y llega luego de que la compañía envió una carta a la oficina de la Representación Comercial de Estados Unidos para protestar de que las tarifas impuestas sobre una posible guerra comercial con China solo dañarían a la firma de Cupertino y no le permitirían competir a nivel global.